domingo, 27 de marzo de 2011

Nietzsche en imágenes

NIETZSCHE EN IMÁGENES

Nietzsche, IV: conclusión

CONCLUSIONES A LA FILOSOFÍA DE NIETZSCHE

     Su filosofía es un vitalismo. Refleja tanto el espíritu de su época (en cuanto a su concepción dinámica de la realidad y de la energía interior del hombre como voluntad) como la admiración por el espíritu trágico griego, fruto de su formación intelectual. Ese espíritu viene marcado por el rechazo a una moral victoriana, fácilmente escandalizable ante todo lo que supone instinto y vitalidad, y a un espíritu positivista cegado por la ciencia y la idea de progreso.
     Su estilo está en perfecta armonía con su pensamiento: escribe en forma de aforismos y abundancia de metáforas. Muestra así una consonancia de contenido (rechazo a la solidificación del concepto y a la sistematización del saber y la verdad) y de forma, con un estilo poético y abierto.
     La moral que propone está basada en criterios estéticos y formales (no puede dar contenido: sería cosificar). Frente al Marxismo, sobre todo, es una moral tremendamente individualista: el superhombre es una actitud vital, un rechazo a toda constricción y a toda creatividad. Sin embargo se le relaciona estrechamente con la ideología nazi, de la que a menudo se le hace -injustamente- fundador en sus cánones morales. Pero lo cierto es que su ideal de superhombre no tiene que ver con razas ni nacionalismos: él ni siquiera fue lo que se dice patriota, es fundamentalmente individualista y no se identifica con una nación ni con una raza; concibe al superhombre, como hemos dicho, como un proyecto de actitud vital, como un individuo fuerte y creador, sin miedo ante la vida ni ante los riesgos que ésta le presente.
     La manipulación que hizo el Nazismo de ella es obra de su hermana, que se casó con un antisemita radical, y tergiversó su obra en consonancia con una ideología que el propio Nietzsche hubiera rechazado, aunque sólo fuera por su carácter colectivista. En cuanto a su conocida misoginia, que manifiesta en tantos aforismos contra la mujer, puede verse como fruto de su propia vida, controlada siempre por mujeres, y de la misoginia de otro filósofo que influyó notablemente en él: Schopenhauer.



Obras principales

El nacimiento de la Tragedia

Genealogía de la Moral

Así hablaba Zaratustra

Nietzsche, III: creación y destrucción de los valores: nihilismo y arte

NIETZSCHE

EL MOVIMIENTO DE DESTRUCCIÓN DE LOS VALORES:
 EL NIHILISMO

Nihil = nada       NIHILISMO = NADIFICACIÓN

     El Nihilismo es, según Nietzsche, un movimiento histórico occidental: el proceso de nadificación de los valores. El proceso por el que se produce es el siguiente: una institución implanta sus valores en un momento histórico determinado; estos valores pierden su sentido al variar las condiciones históricas, lo que hace que los valores se modifiquenn; entonces hay que destruirlos y crear otros nuevos.
    En un momento así se encuentra nuestra civilización -recordemos que la Filosofía Contemporánea se caracteriza por la crisis de la razón especulativa-. La formulación más destacada de este proceso de destrucción de los valores occidentales es el famoso aforismo nitzscheano:

DIOS HA MUERTO

donde "Dios" significa la "verdad" única, estática, monolítica que ha estado persiguiendo la filosofía y que ha impuesto la religión en nuestra civilización occidental.

     Como destrucción y nadificación de valores, Nietzsche emplea el término "nihilismo" en dos sentidos:
-Negativo: es la esencia de la tradición platónico-cristiana (cómo esta tradición ha “nadificado” el mundo de la vida, las pasiones y la embriaguez creadora). Lo utiliza así para referirse a la nadificación de la vida -único valor radical- que ha llevado a cabo la tradición occidental.

-Positivo: es la necesaria reflexión sobre el mundo, la intención y el proceso de acabar con la historia de la filosofía y la religión, con sus valores. En este sentido, es el proceso necesario de destrucción de esos valores platónico-cristianos. Éste es el sentido que predomina en Nietzsche.

     El proceso de destrucción y creación de valores comprende tres momentos:
a) Destrucción de los valores vigentes: duda y desorientación (nihilismo en sentido negativo).
b) afirmación del propio proceso nihilista: reflexión (nihilismo en sentido positivo).
c) Punto de inflexión hacia una nueva perspectiva: nueva valoración.

     Este recorrido desde la revisión de los viejos valores hasta la creación de otros nuevos es realizado por la Voluntad de Poder, donde "voluntad" refleja la querencia, el deseo, el instinto creador, y "poder" refleja la potencia de infinitas posibilidades, de la creación de múltiples nuevas formas.
     No hay valores superiores a la vida: la vida es el valor (La vida vale más que la verdad). Concienciarse de ello es el primer paso de ese proceso de creación-destrucción. Esa concienciación es lo que se expresa en su “Dios ha muerto”: se trata del Dios monoteísta, el UNO. Al ser uno, negaba la existencia de cualquier otro valor, se erigía como verdad por encima y fundando la vida. No se refiere, pues, a las religiones politeístas, a las que considera superiores porque presentan los dioses como multiplicidad, reflejando la lucha eterna de unos valores contra otros.
     Hay que matar a Dios para adquirir la pluralidad de perspectivas, que es la condición de libertad para el hombre: es necesario para que el hombre cree, pues esto es su esencia, su naturaleza (El arte vale más que la verdad).

EL MOVIMIENTO DE CREACIÓN DE LOS VALORES:
EL ARTE
NUEVA ONTOLOGÍA Y ANTROPOLOGÍA.

     La realidad tiene un carácter dinámico (en constante cambio), también la realidad vital, que a su vez es interpretadora; por ello todo conocimiento es perspectiva. El ser es devenir porque siempre se está haciendo. Esta misma esencia de la realidad -ser devenir- se aplica al hombre, cuya naturaleza es ser creador; el hombre no descubre los valores: los crea, y ese proceso creador, que incluye la necesidad de destruir los valores anteriores, es lo que constituye la verdadera esencia del super-hombre.

Creación de los valores
     El movimiento que se opone al nihilismo y lo complementa es el arte. El arte es poner algo en la posibilidad de ser; se entiende, pues, como creación: creación de nuevas formas (instituciones, valores, modos de interpretar la vida y de vivir...). Funciona como en la naturaleza (physis), que es siempre lo mismo, pero en cada ciclo es algo nuevo lo que viene a la existencia. Igual que la naturaleza va alternando y destruyendo distintas formas de ser (día-noche, primavera-verano-otoño...), el hombre crea valores, siempre del mismo modo pero siempre diferentes valores, según las necesidades históricas. De esta forma, el arte es la actividad metafísica por excelencia, en cuanto que es la actividad creadora de los valores y primeros principios.
    De todo ello se desprende que una comprensión fija de la realidad es imposible, porque la realidad es el devenir y porque el intelecto humano tiene que aplicar sus formas de comprensión. Se establece así una correlación: realidad/vida (la vida vale más que la verdad), ontología/antropología (lo que es "verdadero" es lo que el hombre crea: es el hombre quien crea "verdades" y las destruye; el hombre crea a los dioses, no a la inversa). El hombre posee una pluralidad de impulsos e instintos en constante lucha entre sí. Esta multiplicidad se hace apariencia cuando se fija y niega las demás.
     ¿Cómo hay que entender, pues, el "Ser"? Como un proceso, un proceso infinito, eterno. Su concepto de ser está en íntima relación con el tiempo.
El eterno retorno
     El tiempo es cíclico, igual que en la naturaleza (las estaciones, el ciclo de muerte y nacimiento...). No hay más realidad que ésta, este devenir constante es la eternidad; precisamente por ser eterno es cíclico, todo retorna. Esta naturaleza del tiempo da a cada uno de los momentos de la existencia un valor infinito, por la forzosidad de su repetición eterna.

Nueva idea de verdad
     La cuestión de fondo es si el juicio que nos hacemos sobre las cosas favorece o no a la vida: éste es el único criterio de verdad válido. Se aplica lo mismo a la filosofía que a la ciencia: el ser determinado por la lógica es una apariencia necesaria para el ser vivo. La verdad es sólo la consolidación de una perspectiva; si esa perspectiva favorece la vida -por ejemplo la ciencia, en la medida en que nos permite transformar la realidad- es válida, y sólo en esa medida. Pero en cuanto se erige por encima de otras o pretende ser verdad única, deja de serlo -la ciencia, por ejemplo, no vale más que la poesía-.
     La verdad -o habría que decir las distintas "verdades", que son perspectivas- es creada por la Voluntad de Poder, que es lo que define la naturaleza íntima del hombre. La voluntad de poder es voluntad de creación, de apariencia -en el sentido de hacer que algo se aparezca, no en el sentido en que se opone a realidad-. Poder hace referencia a las potencialidades, a la capacidad de crear formas distintas. Por eso es más fuerte, más metafísico y más profundo que la voluntad de verdad. “El arte vale más que la verdad”,  porque conoce la auténtica realidad del ser: el devenir, y sabe que la razón humana jamás podrá abarcarlo, totalizarlo ni simplificarlo en sus categorías.

La nueva idea de lenguaje:
     El concepto y las categorías petrifican el devenir. Frente a esto, en Nietzsche se exalta el poder de la imaginación metafórica, que es lo que posee el hombre como más propio. En el lenguaje, la metáfora sería la cristalización de una imagen de la realidad (consciente aún de no ser más que imagen, en ello se opone al concepto).
     La metáfora es una verdadera perspectiva, porque con ella se logra una integración de diversidades. Las metáforas no se excluyen unas a otras; son siempre diferentes formas de aprehender la realidad, formas que destacan cada una diferentes aspectos de la realidad y que poseen un nivel de interpretación infinito, siempre abierto. Actúan como una pantalla a través de la cual contemplamos el mundo.
     La preferencia de la metáfora frente al concepto se debe al hecho de que no existe relación de causalidad lógica entre el mundo del objeto y el mundo del sujeto, entre la realidad y nuestro conocimiento. La única relación posible entre mundo y conocimiento es la relación artística: la creación de formas a partir del caos y devenir de la realidad. Es una exaltación del aspecto fundamental del hombre: su creatividad, naturaleza misma de la voluntad de poder.

Los dos polos de la creación artística: lo apolíneo y lo dionisíaco

     Nietzsche desarrolla esta explicación del arte en El nacimiento de la tragedia. En ella se percibe la influencia del espíritu trágico griego (que tanto admira Nietzsche y que le hace despreciar a quien considera su principal enemigo y destructor: Sócrates -o la imagen que Platón nos transmite de él-, porque éste busca la definición, la verdad).
Apolo es dios de la individualidad, mientras que Dionisos  representa el caos, el ser puro, salvaje, sin formar. El arte conjuga esa realidad en sí, salvaje, intacta (lo dionisíaco) y la medida, la forma, la luz, la proporción (Apolo). Lo apolíneo predomina en las artes plásticas, donde las formas, la proporción y la sujeción a lo cultural y visual son más obvias, mientras que lo dionisíaco cobra más relevancia en la música (por eso Nietzsche la valora por encima de las demás artes).

EL SUPERHOMBRE

     Esta nueva ontología nietzscheana, basada en el devenir, el proceso de creación y destrucción y el eterno retorno, son el fundamento de "ética", cuyos parámetros son puramente estéticos y se basan en la defensa de la libertad de esa voluntad de poder. La necesidad de crear y destruir valores y el poder creador del hombre para ello son desarrolladas en la Genealogía de la moral. ¿Qué valores nos quedan, una vez que Dios -lo estático, lo eterno, la verdad monolítica- ha muerto?
      La nueva "moral" nietzscheana se ancla en el concepto de eterno retorno: ese tiempo cíclico, que confiere a cada momento el peso de la eternidad, por la forzosidad de su repetición infinita. Por tanto, hay que amar la vida de forma que quiera volver a vivirla siempre . Este amor eterno a la vida proporciona al hombre el medio de ir superándose continuamente. El hombre sólo es un puente hacia el superhombre. El concepto de superhombre es el eje de su moral, de cómo hay que ser e interpretarse.
     Al proceso mediante el cual el hombre se va superando Nietzsche lo llama “Gran Política”. Sin embargo, no explicita los medios para alcanzar este status. el modelo más claro (una metáfora) es el hombre artista: abarca no sólo lo que entendemos por tal, sino al hombre creador, implicado en su obra, amante de ésta y siempre en constante búsqueda de nuevas formas de creación.
    Ese proceso se expresa mediante tres metamorfosis (3 metáforas): Cómo el espíritu se transforma en camello, el camello en león y el león en niño:
– Camello: los que obedecen ciegamente.
– León: el gran negador, el nihilista .
– Niño: el creador, inocente, amoral, libre de prejuicios.
Características del superhombre:

     Nietzsche rechaza la igualdad, propia de esclavos, cristianos y socialistas, que defienden una "moral de los débiles". También rechaza a los doctos (encerrados en “La Verdad”) que odian al hombre superior porque odian la vida.
     La vida para el superhombre se toma en experimento: no hay más que posibilidades fundamentales para vivir cada día con más fuerza y amor hacia la vida.
    Expresa ese ideal de superhombre con distintas metáforas: el superhombre es el artista (creador, en constante busca de nuevas formas); es un niño (inocente, jugador, creador), un bailarín (arriesgando permanentemente). Se afirma en el devenir de la vida sin crear subterfugios.
     Los criterios de su moral son, pues, fundamentalmente estéticos, formales. Si no fuera así no sería coherente, pues al darle contenido privilegiaría una forma frente a las demás. Esta moral estética y sin valores definidos tiene como raíz única el devenir constante de la creación: la esencia de la nueva moral es la voluntad de poder.

lunes, 21 de marzo de 2011

Nietzsche, II: Crítica al sistema occidental y a la cultura europea

NIETZSCHE

CRÍTICA AL SISTEMA OCCIDENTAL Y A LA CULTURA EUROPEA

El elemento en que expresa la cultura es la creación del valor. Cada cultura o civilización crea sus propios valores. Los valores tradicionales que definen la cultura occidental son los siguientes:
En religión: el Cristianismo
En filosofía: la tradición platónica
    Nietzsche se va a cuestionar el valor de los valores, analizando cómo se crean, y cuál es su verdadero alcance. La cultura occidental está marcada por la escisión de dos mundos: uno eterno, verdadero, estático, que resultaría ser el fundamento y explicación última del otro: el mundo del devenir, el cambio, la vida. De este modo, nuestra cultura ha ido despreciando todo lo que se refiere a la vida, a los sentidos, al devenir, en favor de un supuesto mundo trascendente que sería el único verdadero, convirtiendo nuestro mundo en apariencia y dándole un carácter marcadamente negativo. Esta escisión podría representarse así:

Mundo suprasensible

Ser = Verdad = Bien = Uno = Dios
------------------------------------------------------
Ente = Apariencia = Mal = Múltiple = Hombre <={ muerte

Mundo sensible

     La creación de este mundo trascendente, fundante y eterno, se habría realizado en tres momentos: Platón, Cristo, Kant. Platón crea ese mundo ideal, accesible a través del intelecto; Cristo lo relega a la otra vida y Kant lo hace inaccesible (el "nous"). Nietzsche defiende que hay que acabar con ese mundo trascendente que asfixia y niega valor al segundo. Lo que propone no es quedarnos con el mundo de abajo como mundo aparente o del mal. Al desaparecer la escisión, desaparece la imagen de este mundo como negativo. El mundo del devenir sería entonces el único real, el único bueno. Los valores (verdad, ciencia, instituciones, todo lo que pretende ser invariable y eterno) deben ser revisados, desvirtuados en un proceso nihilista, nadificados, para dejar paso a la creación de valores nuevos, que a su vez tendrán también que ser nadificados. Coloca como única realidad, primer valor: LA VIDA. Como dirá él: “la vida vale más que la verdad”.

     La crítica a los valores tradicionales se va a llevar a cabo en tres direcciones: moral, metafísica tradicional y ciencias positivas. Son tres aspectos de lo mismo: de ese mundo trascendente, que no es más que una momificación de los valores occidentales desgajados de su origen humano.

1) CRÍTICA DE LA MORAL

     La moral tradicional se opone a la vida, a sus instintos. La base de esta moral es el Platonismo, que creó otro mundo eterno en el que ubicó los valores eternos; ese mundo de las ideas platónico deriva después en el Cristianismo, tomando la forma del "más allá". El eje de la vida pasa a estar en otro mundo, no en éste.
     Critica la idea de orden moral del mundo trascendente. Nietzsche dice que ahora el verdadero eje de la moral tiene que ser la vida: la vida es el orden de lo inmanente, parcial y humano. Nos propone una nueva moral: la exaltación de la vida.
     Para ello, hay que eliminar a Dios (que es Quien sustenta la moral) para redimir al mundo.
     Pero con la destrucción de los valores tradicionales no pretende implantar unos nuevos valores opuestos a los anteriores; lo que busca es una genealogía de la moral: buscar el origen, la fuente de los valores, que es el hombre en su constante creación de formas.

2) CRÍTICA DE LA METAFÍSICA 

     La metafísica tradicional es fruto de un error básico: la creencia en la antítesis de los valores (verdad/apariencia, bien/mal, ser/devenir, Dios/hombre...) y en que los valores supremos deben tener un origen propio, de otro mundo, porque son más dignos.
Dos ámbitos de su crítica{ - ontológico
                                           - epistemológico

a) Ontología
     En su crítica a la ontología tradicional se centra en dos aspectos:
- Denuncia que la ontología tradicional es estática: busca lo eterno, lo "verdadero" en sí, y niega el movimiento.
- Además, la ontología tradicional parte de que el ser no se deja ver, porque parte de la falsedad de los sentidos. De este modo nace el binomio: ser real/ser aparente, lo cual conlleva un juicio negativo de la vida, al ser ésta el ámbito de la cambiante, del devenir.
    En su crítica establece cuatro observaciones sobre el origen del error acerca del ser:
– Las razones para ver este mundo como aparente son su realidad, es decir, lo real es precisamente lo aparente, el cambio, el devenir. Las categorías surgen como necesidad de estabilidad: necesitamos cosificar la realidad para poder aprehenderla, asirla, asumirla.
– Las categorías [1] del “ser verdadero” son dignas del no ser: el ser se cosifica por conceptos (el no-ser, para Nietzsche, es lo contrario al devenir, al movimiento; por eso lo que cosifica al ser es su opuesto).
– El otro mundo implica recelo contra la vida, nihilismo (en el sentido negativo: nadificación de la vida).
– La metafísica tradicional es sólo un síntoma [2]  de la voluntad de poder: es fruto de la necesidad de racionalizar para hacer frente al caos. Las categorías son ficciones convencionales.

b) Aspecto epistemológico de la crítica a la metafísica
     Nietsche va a explicar la génesis de esas categorías, y para ello hace un estudio de la génesis del lenguaje como material a partir del cual construimos el conocimiento.

* Realidad y concepto: El concepto pretende sacar una pluralidad de cosas que, de hecho, nunca son idénticas (el concepto de "caballo", por ejemplo, es una abstracción de los caballos reales, que son plurales y distintos). El proceso para la formación de un concepto es el siguiente:
   Sensación    ->       imagen        ->     fijación, generalización
                    ¯                             ¯
            metáforas auditivas   costumbre

     La variedad de sensaciones producen en nosotros imágenes mentales, que utilizamos a modo de metáforas (p.e.: la imagen del sol puede utilizarse como metáfora de la luz, del día, del conocimiento...) y con el paso del tiempo nos acostumbramos a usar siempre las mismas metáforas para las mismas ideas, pasando a solidificarse como conceptos (p.e.: las hojas de papel se parecen a las hojas de los árboles, por lo que se las llama así, "hojas" -o folium-, y después se quedan con este nombre fijo).
     Ésta es la génesis de los conceptos. No hay un proceso lógico en ello. Gracias a esta abstracción el hombre hace frente al devenir, por esa necesidad de aprehenderlo o hacernos con él (p.e.: necesitamos reconocer qué plantas son comestibles y cuáles venenosas; por ello las ponemos nombres y las clasificamos, para reconocerlas; pero las que veamos serán cada vez otras plantas). La formación de las ideas platónicas es un ejemplo de esta necesidad de hacer frente al devenir cosificándolo, estructurándolo y jerarquizándolo en categorías.
    Este proceso, que en principio parece útil, plantea un problema: se produce un “olvido” de la naturaleza metafórica del concepto y se busca en él el “eídos” (idea platónica) o forma misma de las cosas. Así, el concepto se convierte en el eje de coordenadas de la realidad; creemos que hay correspondencia lógica exacta entre sujeto (mente, conocimiento) y objeto (cosa), esto es, entre mi conocimiento de la realidad y la realidad, pero no es así. Con el concepto no aprehendemos la verdadera naturaleza de la realidad, que es cambio y devenir.

*Realidad y lenguaje: La estructura del sistema (de la metafísica y la ciencia que critica Nietzsche, por su estatismo y momificación) se da de antemano en el lenguaje: esta estructura es la gramática. Pero cada estructura gramatical limita o delimita el campo de interpretación: la gramática establece coordenadas de pensamiento, que creemos "las únicas", aunque podrían ser cualesquiera otras.
     Pero las funciones filosóficas gramaticales son “juicios de valor fisiológicos y condiciones de vida”: Los ponemos nosotros, no se dan en la realidad es nuestro modo de aprehender (captar, asir, hacernos con) el devenir.

c ) CRÍTICA A LAS CIENCIAS POSITIVAS
     La crítica que hace a las ciencias es una crítica a la matematización de la realidad. Sólo nos ayuda a establecer una relación cuantitativa (medible, pesable), pero no cualitativa (qué son realmente las cosas). Esta matematización tiende a uniformar, a anular diferencias reales. (Por ejemplo, la medicina trata todos los cuerpos humanos como si fueran lo mismo, pero cada persona es un mundo distinto de los demás).
     Lo que Nietzsche critica no es la. ciencia en sí, sino cierta metodología: el mecanicismo, porque se inspira en la lógica, reductora de la diferencia, que trata el devenir como una apariencia, que tiende a la estabilización formal de las relaciones entre mundo y hombre.
     Hay dos aspectos en su crítica a la ciencia y el progreso.
1) La ciencia no puede dar un orden moral al hombre. Nada sabe de pasión, fuerza, placer, etc. No explica al hombre, sino que se explica por éste (es el hombre el que hace la ciencia, no a la inversa). No puede hacer juicios valorativos sobre la vida, esto es, ofrecer una moral que obligue.
2) Está al servicio de los intereses creados, del Estado (como la religión). La tecnología es un ejemplo de ello.

[1] Ver en este blog "vocabulario filosófico básico".
[2Aquí por "síntoma" hay que entender una cristalización más, entre las muchas posibles, de las creaciones del hombre. Quiere decir que ese mundo ha sido creado por el hombre, y no a la inversa. 

domingo, 20 de marzo de 2011

NIETZSCHE, I: Contexto

NIETZSCHE

CONTEXTO HISTÓRICO, SOCIOCULTURAL Y FILOSÓFICO

Vida (1844-1900)

     Nació en Röcken, en la provincia prusiana de Sajonia. Hijo de un pastor protestante, tuvo una educación muy piadosa. Tras la muerte de su padre en 1849 y un año más tarde su hermano menor, fueron a vivir con abuela materna y las hermanas de su padre. Estudió teología y filología clásica, lo cual influye notablemente en su pensamiento, tanto en su concepción estética de lo apolíneo y lo dionisíaco como en su concepción del superhombre. Fue profesor en la universidad de Basilea, renunciando a su nacionalidad alemana. Mantuvo una estrecha amistad con Wagner, con quien acabó discutiendo por el Parsifal, a partir de lo cual le criticó ferozmente. Mantuvo una relación con Lou von Salomé, quien finalmente se fue con su amigo, el poeta Paul Rée.
     Padeció desde joven de una mala salud que le obligaban a frecuentes períodos vacacionales, hasta que en 1879 tuvo que retirarse y en 1889 sobrevino la locura.
     Su hermana Elisabeth, que se casó con un nacionalista antisemita (Bernhard Föster) se hizo seguidora del partido nazi en 1930 y distorsionó la filosofía de su hermano.

HISTÓRICO

     Alemania está ya unificada -unificación que se dio bajo Bismark-, al mismo tiempo que se formó también la unificación italiana: ambas se han constituido en nuevas potencias mundiales.  En esta época se produce la Guerra franco-prusiana (en la que participó, aunque no como soldado), con la derrota de Napoleón III; también se formó la primera Internacional (movimientos relacionados con Marx y Bakunin) y la Comuna de París (1871). El modo en que influyen en Nietzsche muchos de estos acontecimientos es negativo; él nunca se consideró un patriota, y despreciaba toda moral encaminada a la justicia social (que él consideraba de los débiles).

SOCIO-CULTURAL

     El ambiente social de finales del siglo XIX es también conocido como "época victoriana". El tipo de moral social con que va asociada esta definición, así como el positivismo reinante por el vertiginoso desarrollo de la ciencia y la tecnología, configuran el ambiente cultural que vive Nietzsche.
    Es la época de los nacionalismos y nuevos Estados. El movimiento artístico más destacable y que más le influye (aunque él no se reconozca así) es el Romanticismo.  En literatura se deja sentir la huella del Romanticismo de Goethe y de Lord Byron -muy admirado por Nietzsche-, ambos de principios de siglo; y comienza a forjarse el realismo poético en Alemania.En música destaca la aparición de la ópera, con autores como Verdi y, muy a destacar por su amistad con Nietzsche, Wagner (concebía la ópera como un intento de arte total). También,en artes plásticas, se empiezan a desarrollar nuevas corrientes, como el Impresionismo (Monet, Renoir, Degas...).
     La ciencia tiene un gran papel en el ambiente de una época de marcado espíritu cientifista. Hay un gran desarrollo de teorías y descubrimientos; energía, evolución, cambio... influyen indudablemente en la configuración del espíritu filosófico contemporáneo (la dialéctica hegeliana, la voluntad de Schopenhauer, distintas formas de vitalismos, historicismos y perspectivismos...) En esta época se forja el moderno concepto de energía (Clausius y Helmholtz). Aparecen el evolucionismo de Darwin y el  psicoanálisis de Freud (el inconsciente dinámico).

FILOSÓFICO

     Nietzsche es otro de los grandes autores de la Edad Contemporánea en Filosofía. Es ésta una nueva etapa caracterizada por la introducción del concepto de Historia, de movimiento y energía (sin duda con gran influencia de los avances científicos que experimentan). Se caracteriza por una crisis de la filosofía, reflejada en las críticas a la razón como medio de alcanzar la verdad (de Kant a Schopenhauer, conocimiento de la voluntad) y por el espíritu positivista, que rechaza la metafísica. La voluntad de vivir de Schopenhauer, el Darwinismo social y el Marxismo son muestras de esas concepciones dinámicas y vitales de la realidad, a los que hay que sumar el vitalismo y la voluntad de poder del propio Nietzsche. Todo esto da lugar a distintas formas de vitalismos, historicismos y perspectivismos.
     Etnre las corrientes filosóficas de la época de Nietzsche destacan: el Idealismo alemán, con lel protagonismo de idealismo absoluto de Hegel, y la filosofía de Schopenhauer -que tiene menos seguidores en este momento-; Kierkegaard, precursor del Existencialismo. Positivismo de Compte.el Utilitarismo de Stuart-Mill, unido al liberalismo y la democracia; el Marxismo y otros movimientos revolucionarios. Nietzsche desprecia especialmente estos dos últimos: Utilitarismo y Marxismo, (aunque le influye el materialismo de Feuerbach), porque al abogar por los derechos de las mayorias considera que están en contra del super-hombre, y porque considera que tanto la democracia como el socialismo son morales de débiles.
     En el campo de la filosofía se percibe en el pensamiento de Nietzsche la influenica de Schopenhauer -aunque se aleja del pesimismo de éste- y los presocráticos (especialmente Heráclito).

viernes, 18 de marzo de 2011

LA CONSTRUCCIÓN FILOSÓFICA DE LA CIUDADANÍA



DEFINICIÓN

   El concepto de ciudadanía expresa el estatus del hombre en cuanto miembro de una comunidad política, es decir, organizada y regida por unas normas (derechos y deberes) y costumbres comunes, que configuran, respectivamente, sus dimensiones política y cultural.
   La ciudadanía está inserta en un proceso histórico evolutivo en el que se van desarrollando y reconociendo los diferentes derechos tradicionales y alumbrando otros nuevos.

DIMENSIÓN CULTURAL Y DIMENSIÓN POLÍTICA DE LA CIUDADANÍA

1. Dimensión política
   En la dimensión política los ciudadanos se reconocen y son reconocidos por el Estado en sus diferentes derechos (económicos, sociales, civiles…).

2. Dimensión cultural
     En la dimensión cultural los ciudadanos se reconocen como pertenecientes a esa cultura. De ahí que los Estados multiculturales incluyen el reconocimiento de derechos culturales diferenciados de los derechos de grupos culturales diferentes.
     El hecho de ser ciudadano de una comunidad comporta también una identidad cultural para el individuo que se desarrolla en ella. Pero las dimensiones política y cultural no necesariamente se identifican: existen, sobre todo hoy en día, Estados multiculturales.

Multiculturalismo
     Puede definirse como la convivencia de distintas culturas en un mismo Estado. Ambos aspectos, pues, pueden diferenciarse y combinarse entre sí.
     El multiculturalismo genera unas “demandas de respeto igualitario que proviene de culturas efectivamente desarrolladas dentro de un mismo marco institucional” (Ricoeur: Caminos del reconocimiento).
     Se plantea así el derecho de las minorías (planteamiento en Stuart Mill por fallos del Utilitarismo), y se impone el debate acerca de hasta dónde llegan las identidades culturales y hasta dónde los derechos y universales de convivencia.

Concepto de nación
     Se distingue también el concepto de “nación” del de Estado. La nación, en un sentido sociológico, sería una comunidad histórica que ocupa un territorio o una tierra natal determinada y que comparte una legua y una cultura diferenciadas.
     El concepto de nación queda así como una especie de concepto intermedio entre la dimensión política y la cultural del ser humano.
     Como se ve, puede ser complejo definir una nación, porque se pueden cumplir varios requisitos pero no todos, existir identidades a distintos niveles… (debate: el problema del lenguaje: ¿pseudoproblemas? Se generan doxopatologías). 
La definición de cultura se refiere a unas tradiciones, creencias y formas de pensar y vivir; la de nación incluye un territorio; y la de Estado es un concepto jurídico, haciendo referencia a un poder soberano.

GÉNESIS HISTÓRICA DEL CONCEPTO DE CIUDADANÍA

ARISTÓTELES

Se plantea el sentido de la polis de forma teleológica: es una comunidad constituida para un fin, en vistas de algún bien.

Sin lenguaje no hay ciudad

El hombre es el único animal que tiene palabra (lógos). La voz es signo del dolor y del placer, y por eso la tienen también los demás animales, pues su naturaleza llega hasta tener sensación del dolor y del placer y significársela unos a otros; pero la palabra es para manifestar lo conveniente y lo dañoso, lo justo y lo injusto, y es exclusivo del hombre, frente a los demás animales, el tener él solo el sentido del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto, etc, y la comunidad de estas cosas es lo que constituye la casa y la ciudad.
Aristóteles, Política, 1, 2, 1253a 9-18)

     La ciudad o comunidad política se constituye con el fin de “vivir bien”, en la medida en que es capaz de concebir conceptos como el bien y el mal, lo justo y lo injusto, que trascienden la mera expresión del placer y del dolor, de los sentimientos. Por ello intentan ponerse de acuerdo, a través del lenguaje, sobre los medios para alcanzar ese estado de bondad y justicia. En este sentido, la sociedad encierra, por naturaleza, una prioridad respecto a cada uno de los individuos. La justicia es un asunto primordial para ella. La tendencia a la comunidad política es consecuencia de la menesterosidad del hombre.
     Clasifica las formas posibles de regímenes o gobiernos en tres: monarquía, aristocracia y democracia; y cada uno tiene su degeneración: tiranía, oligarquía y demagogia. En la medida en que tienden a darse más las degeneraciones, es preciso preservar la libertad y que todos participen del gobierno por igual y en la mayor medida posible. Por ello el mejor de los sistemas, es la práctica, es la democracia.

Hay un gobierno que se ejerce en interés del gobernante y otro que se ejerce en interés del gobernado. El primero e ellos es despótico, y el segundo de hombres libres (…) Debe decirse que hay democracia cuando son los libres los que tienen la soberanía, y oligarquía cunado la tienen los ricos; )…) el régimen es una democracia cuando los libres y pobres, siendo los más, ejercen la soberanía, y una oligarquía cuando la ejercen los ricos o nobles siendo pocos”.
Política IV, 14 y y V 4.
     Aristóteles considera que la soberanía debe corresponder a la ley. Critica las oligarquías porque la ciudad no se constituye sólo ni primariamente por las riquezas ni el mero intercambio material, ni por la ayuda mutua en estos órdenes de la vida. Los hombres no se asocian sólo para vivir, sino para vivir bien. Por ello es tan importante la educación en la virtud.
“todos los que se interesan por la buena legislación indagan acerca de la bondad y maldad cívicas. Así resulta también manifiesto que la ciudad que verdaderamente lo es, y no sólo de nombre, debe preocuparse de la virtud; porque si no, la comunidad se convierte en una alianza que sólo se diferencia localmente de aquéllas en que los aliados son lejanos, y la ley en un convenio y, como dice Licofrón el sofista, en una garantía de los derechos de unos y otros, pero deja de ser capaz de hacer a los ciudadanos buenos y justos”.     Política III, 9, 1230b 5-12.
“Llamamos ciudadano al que tiene derecho a participar en la función deliberativa o judicial de la ciudad” y “al que participa del poder” (Política, III, 1 1275b 18-19; 1276a 4-5).
 
EL ESTOICISMO: CIUDADANÍA COSMOPOLITA

     El cosmopolitismo, como tendencia, comenzó con el ideal de conquista de Alejandro Magno. El Estoicismo es una corriente que se desarrolla durante el Helenismo y la más importante corriente filosófica del Imperio Romano.
     Afirma la existencia de una comunidad de naturaleza y de una razón universal de la cual participan todos los hombres. “Soy humano, nada humano me es ajeno” (Cicerón). Los seres humanos estarían vinculados por el derecho que se desprende de esa razón universal.

“La verdadera ley es una recta razón, congruente con la naturaleza, general para todos, constante, perdurable, que impulsa con sus preceptos a cumplir el deber y aparta del mal con sus prohibiciones (…) tal ley no es lícito suprimirla, ni derogarla parcialmente, ni abrogarla por entero, ni podemos quedar exentos de ella por voluntad del senado o del pueblo (…) ni puede ser distinta en Roma y en Atenas, hoy y mañana, sino que habrá siempre una misma ley para todos los pueblos y momentos, perdurable e inmutable”. Cicerón: Sobre la república.
     El bien de la comunidad ha de anteponerse al del individuo, hasta tal punto que hay que tener en consideración incluso a los ciudadanos que algún día existirán.
“Si la mente nos es común, la razón, por la cual somos racionales, nos es también común; y si esto es así, nos será igualmente común la razón que dispone lo que se ha de hacer o no. Admitido lo cual, la ley nos es común, y siendo así, somos ciudadanos y participamos, por ende, de un cuerpo político, por lo cual el mundo viene a ser como una ciudad. ¿De qué otro cuerpo político común, en efecto, podríamos decir que forma parte todo el género humano? De allá, de aquella ciudad común, nos vienen la mente, la razón y la ley: si así no fuere, ¿de dónde podrían venir?” Marco Aurelio: Pensamientos.

ILUSTRACIÓN Y CIUDADANÍA

     Dos libros clave: Ensayo sobre el gobierno civil (1690), de Locke, y Del contrato social (1762) de Rousseau, se constituyen en origen e inspiración de los modernos modelos de ciudadanía que llegan hasta nuestros días: el liberal y el republicano. El primero hace hincapié en la libertad del individuo sobre el Estado y privilegia la esfera privada sobre la pública; el segundo insiste en el carácter participativo de la ciudadanía y el espacio público y político como único escenario de realización del hombre.
     Uno de los hitos más importantes de esta época es la secularización.
     Con Kant y Rousseau se formula la idea de ciudadanía en torno a la dignidad de la persona, su autonomía moral y el ser fin en sí misma.
    
La minoría de edad del hombre
…La minoría de edad estriba en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la dirección de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no yace en un defecto del entendimiento, sino en la falta de decisión y ánimo para servirse con independencia de él, sin la conducción de otro.
(…)La mayoría de los hombres, a pesar de que la naturaleza los ha librado desde tiempo atrás de conducción ajena (…), permanecen con gusto bajo ella a lo largo de la vida, debido a la pereza y la cobardía. Por eso les es muy fácil a los otros erigirse en tutores. ¡Es tan cómodo ser menor de edad! Si tengo un libro que piensa por mí, un pastor que reemplaza mi conciencia moral, un médico que juzga acerca de mi dieta, y así sucesivamente, no necesitaré del propio esfuerzo. Kant: Una respuesta a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración?
Razón, libertad y comunidad 
   Para esa ilustración sólo se exige libertad y, por cierto, la más inofensiva de todas las que llevan tal nombre, a saber, la libertad de hacer un uso público de la propia razón, en cualquier dominio. Pero oigo exclamar por doquier: ¡no razones! El oficial dice: ¡no razones, adiéstrate! El financista: ¡no razones y paga! El pastor: ¡no razones, ten fe! (Un único señor dice en el mundo: ¡razonad todo lo que queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced!) Por todos lados, pues, encontramos limitaciones de la libertad. Pero ¿cuál de ellas impide la ilustración y cuáles, por el contrario, la fomentan? He aquí mi respuesta: el uso público de la razón siempre debe ser libre, y es el único que puede producir la ilustración de los hombres. El uso privado, en cambio, ha de ser con frecuencia severamente limitado, sin que se obstaculice de un modo particular el progreso de la ilustración. Entiendo por uso público de la propia razón el que alguien hace de ella, en cuanto docto, y ante la totalidad del público del mundo de lectores. Llamo uso privado al empleo de la razón que se le permite al hombre dentro de un puesto civil o de una función que se le confía.
(…)Así, por ejemplo, sería muy peligroso si un oficial, que debe obedecer al superior, se pusiera a argumentar en voz alta, estando de servicio, acerca de la conveniencia o inutilidad de la orden recibida. Tiene que obedecer. Pero no se le puede prohibir con justicia hacer observaciones, en cuanto docto, acerca de los defectos del servicio militar y presentarlas ante el juicio del público. El ciudadano no se puede negar a pagar los impuestos que le son asignados, tanto que una censura impertinente a esa carga, en el momento que deba pagarla, puede ser castigada por escandalosa (pues podría ocasionar resistencias generales). Pero, sin embargo, no actuará en contra del deber de un ciudadano si, como docto, manifiesta públicamente sus ideas acerca de la inconveniencia o injusticia de tales impuestos.
Kant: Una respuesta a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración?

Racionalidad y desarrollo

Una época no se puede obligar ni juramentar para poner a la siguiente en la condición de que le sea imposible ampliar sus conocimientos (sobre todo los muy urgentes), purificarlos de errores y, en general, promover la ilustración. Sería un crimen contra la naturaleza humana, cuya destinación originaria consiste, justamente, en ese progresar. La posteridad está plenamente justificada para rechazar aquellos decretos, aceptados de modo incompetente y criminal. La piedra de toque de todo lo que se puede decidir como ley para un pueblo yace en esta cuestión: ¿un pueblo podría imponerse a sí mismo semejante ley? Eso podría ocurrir si por así decirlo, tuviese la esperanza de alcanzar, en corto y determinado tiempo, una ley mejor, capaz de introducir cierta ordenación.

Kant: Una respuesta a la pregunta:¿Qué es la Ilustración?
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martes, 15 de marzo de 2011

Textos para control Kant y Marx

TEXTOS DE KANT

1.
Si la lógica ha tenido tan buen éxito, debe esta ventaja sólo a su carácter limitado, que la autoriza y hasta la obliga a hacer abstracción de todos los objetos del conocimiento y su diferencia. En ella, por tanto, el entendimiento no tiene que habérselas más que consigo mismo y su forma. Mucho más difícil tenía que ser, naturalmente, para la razón, el emprender el camino seguro de la ciencia, habiendo de ocuparse no sólo de sí misma sino de objetos. Por eso la lógica, como propedéutica (1), constituye sólo por decirlo así el vestíbulo de las ciencias y, cuando se habla de conocimientos, se supone ciertamente una lógica para el juicio de los mismos, pero su adquisición ha de buscarse en las propias y objetivamente llamadas ciencias.
Ahora bien, por cuanto en éstas ha de haber razón, es preciso que en ellas algo sea conocido a priori, y su conocimiento pede referirse al objeto de dos maneras: o bien para determinar simplemente el objeto y su concepto (que tiene que ser dado por otra parte) o también para hacerlo real (2). El primero es conocimiento teórico, el segundo, conocimiento práctico de la razón. La parte pura de ambos, contenga mucho o contenga poco, es decir la parte donde la razón determina su objeto completamente a priori, tiene que ser primero expuesta sola, sin mezclarle lo que procede de otras fuentes…

Tema: la necesidad de conocer el funcionamiento de la razón, en su uso teórico y su uso práctico, poniendo como ejemplo de su funcionamiento la ciencia lógica.

(1) Propedéutica = ciencia introductoria.
(2) Para hacerlo real: se refiere a para llevarlo a la práctica; p. e., el objeto de conocimiento puede ser la justicia; recordemos que para Kant la moral es objetiva y nuestra razón práctica nos dice lo que está bien o mal.

2.
Ahora bien, ¿a qué obedece que no se haya podido aún encontrar aquí un camino seguro de la ciencia? ¿Es acaso imposible? Mas, ¿por qué la Naturaleza ha introducido en nuestra razón la incansable tendencia a buscarlo como uno de sus más importantes asuntos? Y aún más, ¡cuán poco motivo tenemos para confiar en nuestra razón, si, en una de las partes más importantes de nuestro anhelo de saber, no sólo nos abandona, sino que nos entretiene con ilusiones, para acabar engañándonos! O bien, si sólo es que hasta ahora se ha fallado la buena vía, ¿qué señales nos permiten esperar que en una nueva investigación seremos más felices (1) que lo que han sido antes? Yo debiera creer que los ejemplos de la matemática y de la física, ciencias que, por una revolución llevada a cabo de una vez, han llegado a ser lo que ahora son, serían bastante notables para hacernos reflexionar sobre la parte esencial de la transformación del pensamiento que ha sido para ellas tan provechosa y se imitase aquí esos ejemplos, al menos como ensayo, en cuanto lo permite su analogía, como conocimientos de la razón, con la metafísica. Hasta ahora se admitía que todo nuestro conocimiento tenía que regirse por los objetos; pero todos los ensayos para decidir a priori algo sobre éstos, mediante conceptos, por donde sería extendido nuestro conocimiento, aniquilábanse en esa suposición. Ensáyese pues una vez si no adelantaremos más en los problemas de la metafísica admitiendo que los objetos tienen que regirse por nuestro conocimiento.

(1) Por "ser felices" aquí hay que entender "tener éxito". Se refiere al desarrollo de las ciencias: en unas hemos sido más afortunados que en otras, porque unas han entrado en el camino seguro del saber.

Tema: la cuestión de por qué la metafísica no ha entrado en el camino seguro del saber, como las matemáticas o la física. Giro copernicano: pasar de considerar que los objetos definen la ciencia a estudiar cómo nuestro conocimiento configura los objetos de las ciencias.

3.
Lo que nos impulsa a ir necesariamente más allá de los límites de la experiencia y de todos los fenómenos es lo incondicionado (1), que necesariamente y con pleno derecho pide la razón, en las cosas en sí mismas, para todo lo condicionado, exigiendo así la serie completa de las condiciones. Ahora bien, ¿encuéntrase que, si admitimos que nuestro conocimiento de experiencia se rige por los objetos como cosas en sí mismas, lo que, en cambio, desaparece la contradicción, si admitimos que nuestra representación de las cosas, como ellas nos son dadas, no se rige por ellas como cosas en sí mismas, sino que más bien estos efectos, como fenómenos, se rigen por nuestro modo de representación? ¿Encuéntrase, por consiguiente, que lo incondicionado ha de hallarse no en las cosas en cuanto las conocemos (nos son dadas), pero sí en ellas en cuanto no las conocemos, o sea, como cosas en sí mismas? Pues entonces se muestra que lo que al comienzo admitíamos sólo por vía del ensayo, está fundado. Ahora bien, después de haber negado a la razón especulativa todo progreso en ese campo subrasensible, quédanos por ensayar si ella no encuentra, en su conocimiento práctico, datos para determinar  aquel concepto trascendente de razón, aquel concepto de lo incondicionado y, de esta manera, conformándose al deseo de la metafísica, llegar más allá de los límites de toda experiencia posibole con nuestro conocimiento a priori, aunque sólo en un sentido práctico.

(1) La cosa en sí, sin estar sometida a las condiciones trascendentales del conocimiento: intuiciones puras (espacio y tiempo) y categorías (conceptos a priori).
Tema: el conocimiento teórico es de lo fenoménico, pero podemos conocer la cosa en sí (el noúmeno) a través de la razón práctica (nos conocemos como fenómeno; nos vivimos como noúmeno):


TEXTOS DE MARX

1.
…La primera premisa de toda existencia humana y también, por tanto, de toda historia, es que los hombres se hallen, para “hacer historia”, en condiciones de vivir. Ahora bien, para vivir hace falta comer, beber, alojarse bajo un techo, vestirse y algunas cosas más. El primer hecho histórico es, por consiguiente, la producción de los medios indispensables para la satisfacción de estas necesidades, es decir, la producción de la vida material misma, y no cabe duda de que es éste un hecho histórico, una condición fundamental de toda historia que, lo mismo hoy que hace miles de años, necesita cumplirse todos los días y a todas horas, simplemente para asegurar la vida de los hombres. […] Por consiguiente, lo primero en toda concepción histórica, es observar este hecho fundamental en toda su significación y en todo su alcance y colocarlo en el lugar que le corresponde. Cosa que los alemanes, como es sabido, no han hecho nunca, razón por la cual la historia jamás ha tenido en Alemania una base terrenal. […] Los franceses y los ingleses […] hicieron, sin embargo, los primeros intentos encaminados a dar a la historiografía una base materialista, al escribir las primeras historias de la sociedad civil, del comercio y de la industria.
Lo segundo es que la satisfacción de esta primera necesidad, la acción de satisfacerla y la adquisición del instrumento necesario para ello, conduce a nuevas necesidades, y esta creación de necesidades nuevas constituye el primer hecho histórico.

Tema: crítica al idealismo alemán (en concreto al idealismo dialéctico de Hegel). Formulación del materialismo histórico.

2.
La producción de la vida, tanto de la propia en el trabajo como de la ajena en la procreación, se manifiesta inmediantamente como una doble relación: de una parte, como una relación natural, y de otra, como una relación social; social en el sentido de que por ella se entiende la cooperación de diversos individuos, cualesquiera que sean sus condiciones, de cualquier modo y para cualquier fin. De donde se desprende que un determinado modo de producción o una determinada fase industrial lleva siempre aparejado un determinado modo de cooperación o una determinada fase social, modo de cooperación que es, a su vez, una "fuerza productiva"; que la suma de las fuerzas productivas accesibles al hombre condiciona el estado social y que, por tanto, la "historia de la humanidad" debe estudiarse y elaborarse siempre en conexión con la historia de la industria y del intercambio.
 
Tema: materialismo dialéctico-histórico: los dos aspectos de la dialéctica materialista: la relación del hombre con la naturaleza y del hombre con el hombre.

3.
Solamente ahora, después de haber considerado ya cuatro momentos, cuatro aspectos de las relaciones históricas originarias, caemos en la cuenta de que el hombre tiene también "conciencia". Pero, tampoco ésta es de antemano una conciencia "pura". El "espíritu" nace ya tarado con la maldición de estar "preñado" de materia, que aquí se manifiesta bajo la forma de capas de aire en movimiento, de sonidos, en una palabra, bajo la forma del lenguaje. El lenguaje es tan viejo como la conciencia: el lenguaje es la conciencia práctica, la conciencia real, que existe también para los otros hombres y que, por tanto, comienza a existir también para mí miso; y el lenguaje nace, como la conciencia, de la necesidad de los apremios del intercambio con los demás hombres. [...] La conciencia es, ante todo, naturalmente, conciencia del mundo inmediato y sensible que nos rodea y conciencia de los nexos limitados con otras personas y cosas, fuera del individuo consciente de sí mismo; y es, al mismo tiempo, conciencia de la naturaleza [...] ; es por tanto una conciencia puramente animal de la naturaleza (religión natural). Inmediatamente, vemos a qué que esta religión natural o este determinado comportamiento hacia la naturaleza se hallan determinados por la forma social, y a la inversa. En este caso, como en todos, la identidad entre la naturaleza y el hombre se manifiesta también de tal modo que el comportamiento limitado de los hombres hacia la naturaleza condiciona el limitado comportamiento de unos hombres para con otros, y éste, a su vez, su comportamiento limitado hacia la naturaleza, precisamente porque la naturaleza apenas ha sufrido aún ninguna modificación histórica.

Tema: la "conciencia" (idea, concepción de la realidad, espíritu de una época) como fruto de las relaciones materiales y el origen de la religión en esta conciencia social.

domingo, 13 de marzo de 2011

MARX EN IMÁGENES


Marx, síntesis

SÍNTESIS DE MARX

     La realidad que le tocó comprender a Marx –su época− era una realidad muy cambiante, tanto en el ámbito intelectual como, sobre todo y como raíz, en el social. La Revolución Industrial, fruto de los avances científicos, había dado lugar a grandes transformaciones en la economía y esto a su vez a revoluciones de una burguesía que luchaba por poder desarrollar sus actividades económicas sin el yugo de las monarquías. Pero a su vez esta nueva situación económica provoca una nueva situación social injusta, muy alejada de los ideales que los ilustrados habían cifrado en el poder de la razón como medio para alcanzar la justicia social. Los intereses de una nueva clase social oprimida, el proletariado, han despertado ya el interés de los intelectuales y han dado lugar al desarrollo de distintas formas de socialismos, teorías que abogan por la socialización de los medios de producción como medio de superar esos nuevos conflictos de intereses y esa nueva injusticia social.
     Ante tantos y tan vertiginosos cambios, no es de extrañar que se introduzca en la filosofía un nuevo motor de interés: la historia y las leyes de su evolución, siendo ésta la innovación que más destaca en la configuración de la nueva etapa de la filosofía a la que denominamos “contemporánea”.
     Esta realidad es la que va a configurar el proyecto filosófico de Marx –inscrito en un proyecto intelectual más amplio−, y el material con que se va a abonar este campo que es su proyecto es la filosofía imperante en su momento: el idealismo dialéctico hegeliano, que ya ha sido reinterpretado como materialismo por la llamada “izquierda hegeliana”, encabezada por Feuerbach.
     Primer problema al que hay que responder: ¿cómo se consigue que una minoría dominante mantenga oprimida a una mayoría sin que ésta se levante? Respuesta: hay que revisar las creencias de la gente: surge así la crítica al concepto de ideología y la denuncia de su papel alienante. Nos hacemos una determinada imagen del mundo, pero esa imagen está trazada por los poderosos para evitar el cambio social, que sería la forma lógica de evolucionar, porque la realidad se reduce a las relaciones económicas entre los hombres. Hay que acabar con las falsas imágenes de la realidad, que desvían a los hombres de sus verdaderos intereses y les hace entretenerse en divagaciones intrascendentes –hasta ahora la filosofía se ha limitado a intentar comprender el mundo, como si fuera estático, y no a transformarlo− y que mantienen alienada a la población –la religión y las ideologías sobre el debido orden social tienen como finalidad evitar la revolución y el cambio−.
     ¿Qué se impone entonces hacer para acabar con esta situación alienante? Hay que mostrar la verdadera naturaleza de la realidad. En este interés radica su filosofía, que se ha clasificado como MATERIALISMO DIALÉCTICO-HISTÓRICO. Si Marx ofrece una interpretación ontológica del mundo es para conseguir que el hombre se libere de las cadenas de las ideologías y vuelva a su ser natural como trabajador y transformador de la naturaleza. Por eso se puede decir que su proyecto filosófico es un humanismo: tiene al hombre como eje y se enfoca a su liberación. Veamos, pues, cuál es esa verdadera naturaleza de la realidad para liberar al hombre de sus yugos ideológicos.

MATERIALISMO DIALÉCTICO
     Marx parte de que la realidad es material, no ideal (no son las ideas las que transforman la realidad, sino las relaciones económicas las que generan las ideologías). Pero decir sin más que la realidad es la materia no es algo novedoso, forma parte de la tradición filosófica occidental. La innovación de Marx estriba en explicar esa realidad material de forma dinámica según las leyes de la dialéctica: a un principio se le opone su contrario y del choque o confrontación surge algo nuevo. Se aplica a tres planos:
− La evolución de la naturaleza misma (cada elemento lleva en sí su contrario: el invierno es negación de primavera, el día de noche…).
− La relación del hombre con la naturaleza. El hombre tiene que adaptarse a ella y a su vez la transforma.
− La relación de los hombres entre sí. Esto es lo que constituye el fundamento de su MATERIALISMO HISTÓRICO, que se basa en los siguientes puntos:
• El hombre es social por naturaleza.
• Su naturaleza es productiva, y la sociedad se divide en dos clases opuestas: los dueños de los medios de producción (clase dominante, tesis) y los trabajadores (clase dominada, antítesis). De la confrontación de ambos, llamada lucha de clases, surge la revolución y un orden social nuevo.
     Reduce la evolución histórica al siguiente esquema:

      Antigüedad (amo/esclavo), feudalismo (señor/siervo), capitalismo (capitalista/proletario).

     En este estadio analiza las relaciones de producción del siguiente modo: el fruto de su trabajo adquiere un valor de cambio. El interés del capitalista radica en abaratar el coste de producción, que incluye los salarios, y aumentar la plusvalía. El trabajador se convierte en una mercancía (se aliena, pierde su esencia).
     Según este modo de evolucionar se deducen los siguientes pasos (por eso llama al suyo “socialismo científico”, porque pretende haber revelado las leyes de evolución de la historia, que son dialécticas): la revolución conducirá a la dictadura del proletariado, donde el Estado se convierte en dueño de los medios de producción, y de aquí se pasará al comunismo, donde la división Estado/trabajadores también desaparece (crítica: se paralizaría entonces el proceso, porque a este estado no le opone ninguna antítesis).
Interpretaciones posteriores:

1. Su teoría parece resultar falsa porque el capitalismo no evolucionó hacia la revolución, sino que el proletario se convierte en consumidor, pasando a formar parte del sistema (la revolución socialista se impuso en Rusia, donde no se había dado la Revolución Industrial; Lenin fue quien propuso que la revolución podía imponerse antes de tiempo).

2. Otras interpretaciones afirman que la nueva lucha de clases se da entre el primer y el tercer mundo, luego el capitalismo sigue siendo insostenible y aún hace falta la revolución.

domingo, 6 de marzo de 2011

Marx, V, apéndice: repercusiones de la filosofía marxista.

CONCLUSIONES A LA FILOSOFÍA DE MARX

     Las repercusiones ideológicas y políticas de Marx son sobradamente conocidas. Pero los estados comunistas que se desarrollaron en el s. XX no son realmente fruto de un marxismo puro, sino del marxismo-leninismo. Marx distinguió entre su socialismo, al que llamó científico, y los distintos socialismos franceses, a los que denominó utópicos, porque pretendía haber estudiado desde una perspectiva científica las leyes de desenvolvimiento de la sociedad y la historia.
     Pero su filosofía práctica no se desenvolvió como él esperaba. La revolución del proletariado debería haber comenzado en Inglaterra, donde se inició la Revolución Industrial, pero la historia se desarrolló de otro modo: el proletariado pasó a convertirse en consumidor y a formar parte del sistema.Fue Lenin quien postuló que no era necesario esperar a que la revolución del proletariado se diera de forma natural, sino que podía provocarse. Por eso triunfó en Rusia ,donde no se había desarrollado aún la Revolución Industrial.
     Hoy en día hay otra interpretación que defiende la teoría dialéctica marxista de la historia: el primer mundo se habría convertido en esa clase dominante, propietaria de los medios de producción, y el tercer mundo estaría ejerciendo el papel de clase oprimida.

MARX, IV: Materialismo dialéctico-histórico

EL MATERIALISMO DIALÉCTICO HISTÓRICO DE MARX

     Hay dos posturas básicas en la ontología o metafísica de la tradición filosófica occidental: IDEALISMO y MATERIALISMO. Marx no inventa el materialismo, pero el suyo es innovador, porque es dinámico, se centra en su transformación y en las leyes de esta transformación: la dialéctica. Rechaza el materialismo clásico porque se limita a explicar el conocimiento desde la sensación y a hacer de la sensación algo pasivo. Para Marx, toda sensación o percepción es una interacción entre sujeto y objeto, pero sobre todo la realidad humana es su acción, y su conocimiento debe estar orientado a ésta, porque ésa es su finalidad.

EL MATERIALISMO DE MARX

     El suyo pretende ser una superación del idealismo y el materialismo clásico, y lo hace influido por la dialéctica hegeliana aunque, como sabemos, Hegel formuló el idealismo dialéctico. Este idealismo hegeliano defendía que el fundamento de toda la realidad era la idea, que se desarrollaba o desplegaba de forma dialéctica (según el esquema tesis-antítesis-síntesis) a través de la Historia. El materialismo defiende que la única realidad es la materia, y que es ésta el fundamento de la idea, no a la inversa. El hombre se relaciona con esta realidad material de forma dialéctica; así es como entiende Marx el trabajo, la producción, que constituye la esencia del hombre, su rasgo definitorio.

CONCEPTO DE DIALÉCTICA

     Aunque la palabra "dialéctica" tiene una tradición filosófica desde Platón, aquí nos interesa ver el sentido que adquiere con Hegel y que Marx aplicará a su materialismo. La dialéctica expresa la naturaleza de la realidad como un proceso de oposición o confrontación entre dos polos opuestos (tesis y antítesis) del que surge un nuevo resultado (síntesis), que a su vez se convierte en un nuevo polo al que se opondrá otro. Así se desenvuelve la totalidad de la realidad. Esa totalidad, para Marx, es la totalidad natural-social, la producción de la vida: la sociedad de clases.

MATERIALISMO DIALÉCTICO

     Combinemos ahora ambos conceptos. La naturaleza, en cuanto material y en cuanto dinámica, en sí es lo originario. Esa totalidad encierra una “negatividad” real, no sólo de pensamiento, como defendía Hegel; por ejemplo, el invierno es negación de primavera, la noche de día, la muerte de vida... La realidad es una dialéctica material: la transformación de la naturaleza se explica por ese proceso dialéctico.


EL PROCESO DIALÉCTICO HOMBRE-NATURALEZA, HOMBRE-HOMBRE

     Tenemos, pues, que la naturaleza se despliega o desarrolla de un modo dialéctico, y que el hombre es un ser natural. Naturaleza y hombre están también dialécticamente relacionados: tiene que adaptarse a ella pero también la transforma, y en esa transformación de la naturaleza consiste la esencia de su praxis. De este modo, considera la realidad humana como el proceso dialéctico de producción, como trabajo o acción productiva del hombre en y con la naturaleza.
     Este mismo proceso dialéctico es el que explica la dinámica de la sociedad. En las relaciones humanas, el materialismo consiste en entender la realidad no como oposición de ideas o ideologías, sino como oposición y confrontación entre las fuerzas productivas y los medios de producción. La oposición se produce entre una clase social, dueña de los medios de producción, y otra clase social trabajadora, que se le opone como su antítesis. la naturaleza humana, en cuanto relación de unos hombres con otros (en cuanto sociedad) se entiende como “materia social”. Se ve así que Marx concibe al hombre como social por naturaleza. Esta relación dialéctica entre los hombres, basada no en las ideas sino en la infraestructura económica, es lo que constituye su MATERIALISMO HISTÓRICO.

MATERIALISMO HISTÓRICO

Concepción de la historia

     Hegel introduce la historia en la filosofía, pero para él la realidad que se desenvuelve a través del tiempo es la idea; Marx aplica la dialéctica hegeliana a la realidad humana entendida desde el materialismo: las relaciones económicas y la lucha de clases. Para el Marxismo, la Historia no es “una colección de hechos muertos” (empiristas) ni “una acción imaginaria de sujetos imaginarios” (idealismo); es la sucesión de los diferentes modos de producción. Los hombres traban determinadas relaciones de producción, que corresponden a un estadio de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales (infraestructura económica).
      No se puede conocer una época por su conciencia (idea), sino que ésta hay que explicarla por las contradicciones sociales de la vida material. Según sean las relaciones de producción se producirán unas u otras ideologías, no a la inversa. Las fuerzas productivas producen también la condiciones materiales de la solución de ese antagonismo (tienen su propia racionalidad).

 
El materialismo dialéctico-histórico

     Se desarrolla a través de la Historia de la lucha de clases: una clase dominante, dueña de los medios de producción (tesis), y otra clase trabajadora explotada (antítesis). La confrontación de ambas da lugar a un nuevo orden social (síntesis).
     Según las leyes dialécticas de la evolución histórica, esta situación está abocada a la revolución socialista y la dictadura del proletariado, culminando en el estadio final que sería el comunismo, cuando trabajador y propietario de los medios de producción se identifiquen en una misma clase. Las leyes del proceso dialéctico-histórico se pueden resumir así:
1. Las fuerzas productivas entran en contradicción con las relaciones de producción: se convierten en trabas de la producción.

2. Se produce la Revolución social, lo cual conlleva un cambio de relaciones y de la infraestructura.

     Según este esquema, Marx estudia la Historia y la explica según épocas progresivas de la formación social económica: antiguo, feudal, y burgués moderno.

Antigüedad: relaciones sociales entre amo y esclavo. El primero posee los medios de producción y el segundo trabaja. Polos antagónicos de confrontación -> nuevas relaciones de producción -> feudalismo. Relaciones productivas señor-siervo: nueva oposición -> nueva revolución que da paso al sistema capitalista burgués: se oponen burguesía y proletariado.

     En su pretensión de hacer científico el estudio de la historia, Marx cree haber extraído las leyes de su evolución, y al igual que la ciencia física es capaz de predecir en la medida en que conoce las leyes de la naturaleza, conociendo las leyes de la evolución histórica se podrán predecir los estadios siguientes. Por ello deduce que la oposición burguesía/proletariado dará lugar a la revolución del proletariado, que traerá como consecuencia la socialización de los medios de producción, que pasarán a pertenecer al Estado. La última etapa será el comunismo: un estado en el que desaparecerán las clases sociales y la oposición Estado/población civil.
Crítica
Aunque pretende ser científico, Marx está introduciendo un estado final ideal que sin embargo contradice la evolución dialéctica de la historia, pues al comunismo no se le opone una antítesis.

MARX, III: El humanismo marxista

EL HUMANISMO MARXISTA

     El proyecto filosófico de Marx, que como hemos dicho se denomina MATERIALISMO DIALÉCTICO HISTÓRICO, es en esencia una forma de humanismo en cuanto tiene como objetivo y como motor entender la realidad humana para transformarla. De este modo, su estudio de la naturaleza, del ser y de la historia se supeditan a este objetivo común: la realidad social del hombre. Vamos, pues, a intentar definir esta realidad humana, como ser natural en general y en su especificidad creadora y social.

NATURALEZA DEL HOMBRE:

     El ser humano se define, en primer lugar, en cuanto ser natural:
a) Con esto entiende que pertenece a la naturaleza y que interactúa con ella. Hay que aclarar que Marx entiende la naturaleza como conjunto de fuerzas activas, que interactúan unas con otras. Todo ser natural tiene su naturaleza fuera de sí: respira, se nutre, se mueve en un medio al cual debe adaptarse y del cual debe defenderse.
     En cuanto referido a la naturaleza, el hombre es corpóreo y sensible, tiene necesidades y él mismo es un objeto para otras realidades.
b) En cuanto específicamente humano, el hombre no posee una naturaleza fija: se realiza en su acción, en su praxis (Marx se centra en el aspecto dinámico del hombre, rechazando las concepciones estáticas de su esencia, su alma etc., que ofrecían las tradiciones filosóficas anteriores). El trabajo (la producción) constituye su esencia (el ser humano se define no como homo sapiens sino como homo faber: su conocimiento y su razón han de estar al servicio de  su acción, donde radica su verdadera esencia). Es lo que le distingue de los animales: las características específicas de su praxis. En esta praxis se dan:
– La apertura del hombre a la realidad (hemos dicho que como ser vivo interactúa con el medio; la praxis humana es el modo específico en que el hombre interactúa con ese medio, transformándolo).
-El desarrollo de su ser en la Historia: la praxis humana se plasma en su trabajo (con él transforma la naturaleza), y las relaciones sociales de producción (los medios con que se transforma y el trabajo mismo) evolucionan a lo largo de la historia, historia que se interpreta como producto de la lucha de clases.
     La praxis, además, configura la totalidad de la vida social: hemos dicho que el hombre se define por su trabajo, su praxis; no hay que buscar otra "esencia" que defina su vida social. En ella encuentra su sentido la teoría, y la solución a los problemas y pseudocuestiones: la finalidad del conocimiento y de la filosofía es transformar la realidad social del hombre, cuya esencia es práctica. Entendiendo esto, la teoría encontrará su sentido y se centrará en su objetivo, que es el hombre (y éste se entiende, recordémoslo, como un ser de la naturaleza, dinámico y social; no hay, pues, que inventar otras realidades o esencias distintas o superiores, pues esto no haría más que falsear la comprensión de la realidad y paralizar la acción y la evolución humanas).
     Dado que define al hombre como parte de la naturaleza y de la sociedad, y que su praxis se define desde su interacción con la naturaleza y los demás hombres, Marx reduce el ser individual del hombre a ser social (podemos ver en ello la influencia de la visión hegeliana del absoluto: la realidad se entiende como un todo, las partes no se explican por sí mismas, de forma aislada). La naturaleza del hombre, pues, consiste en la producción de su vida, en relación a la naturaleza ya la sociedad: la esencia humana viene dada, por tanto, en el conjunto de las relaciones sociales.


     Así pues, y para recapitular, podemos ver que la filosofía de Marx se traduce en un humanismo, por los siguientes aspectos
Promueve una crítica que lucha contra la alienación del hombre. Aboga por la libertad y racionalidad del hombre, una racionalidad enfocada a entender su propia realidad práxica y dinámica, para hacer de ella una realidad justa.  El papel de la razón (de la filosofía) es desenmascarar las ideologías que alienan al hombre y paralizan la acción).
Niega la existencia de un ser diferente y superior a la naturaleza del hombre. La religión es una falsa ideología que tiene como finalidad paralizar la revolución y la lucha de clases, inventando un mundo distinto a éste en el que las clases explotadas proyectan su libertad y la justicia, y haciendo así que no la busquen en éste.
El hombre es protagonista absoluto de su pensamiento: es el principio de la sociedad, el sujeto de la Historia y de la concepción de la misma (es decir, no sólo se desarrolla en la historia sino que es quien la concibe y la interpreta).

     Su pensamiento tiene como finalidad liberar al hombre de sus ataduras y volverle a su ser: dueño de su trabajo y protagonista de la historia. Es un ideal prometeico: Prometeo dio a los hombres el fuego, principio civilizador en cuanto símbolo de la transformación material y de la luz del conocimiento, y fue encadenado por ello. Hay que romper las cadenas de Prometeo, acabar con las falsas imágenes del mundo que nos mantienen en la ignorancia y en la injusticia, liberar nuestra racionalidad de esos dioses que no son más que espejismos creados por unos hombres para adormecer y someter a otros.

miércoles, 2 de marzo de 2011

MARX, II: Introducción

MARX

INTRODUCCIÓN A SU PENSAMIENTO

     La obra de Marx tiene como influencia filosófica más destacable la dialéctica hegeliana. Hegel parte del idealismo absoluto (la realidad es idea), y Feuerbach dará la vuelta a su filosofía partiendo de la base del materialismo (la realidad es materia). Marx adopta la filosofía materialista de Feuerbach. Este autor es quien establecerá una fuerte crítica a la idea de Dios como producto del hombre. Pero la interpretación de Marx hará más ideológica la crítica a la religión, a la que considera una forma de alienación.
     Sobre Marx influyen también las lecturas de economistas (Adam Smith, Quesnay, etc.) así como sus actividades como periodista y activista social, su espíritu positivo y el conocimiento del desarrollo económico inglés, a través de Engels, con quien elaborará gran parte de su obra.
     Su filosofía es difícil de clasificar. Su principal aportación es su revisión del materialismo, especialmente en relación con la Historia, y se define como MATERIALISMO DIALÉCTICO HISTÓRICO. No mostró ningún interés por el Romanticismo, sino que pretendió siempre ser científico -de hecho, la clasificación de los socialismos en utópicos y científico (el de Marx) es suya-.
     Su proyecto filosófico está orientado a la praxis, a la transformación de la realidad social: “los filósofos sólo han interpretado el mundo de diversos modos, pero la tarea real es alterarlo”. Su doctrina económica parte de una apasionada adhesión a los intereses del proletariado.
     Puede decirse que fue el primer filósofo en criticar la idea de “verdad”, y lo hace desde una perspectiva pragmática: el modo en que la configuración de ésta afecta a la vida del hombre. En este tema destacan dos conceptos fundamentales: los de ideología y alienación.

CONCEPTO DE IDEOLOGÍA

     Desde una perspectiva neutral, puede definirse como un sistema de representaciones, dotadas de una existencia y de un papel histórico en el seno de una sociedad dada (en este sentido es cercana al término alemán "Zeitgeist", espíritu de una época). Para Marx, lo que piensan los hombres es un producto de la sociedad en la que viven. La infraestructura es la economía, que genera una cierta estructura social, y de ésta última se derivaría la ideología como supraestructura.
     En la medida en que expresan la relación del hombre con su mundo, esta expresión puede ser verdadera o falsa; y aquí es donde viene la definición negativa de ideología:
    Definición negativa: sería el conjunto de ideas que dan una imagen falsa de la realidad y las condiciones en que se desarrolla la vida de los hombres. Éste es el sentido que predomina en Marx. Estos contenidos ideológicos no tienen sustantividad propia: ni propia historia ni desarrollo. Su función es ocultar y desfigurar una situación de la existencia real, social e histórica de los hombres, intentando perpetuar un orden por medio de la alienación de las clases oprimidas, que a través de las ideologías aceptan su situación sin revelarse.
     Esto produce una situación alienada; las clases dirigentes, por medio de sus ideologías, intentan perpetuar unas formas de producción, impidiendo un natural desarrollo dialéctico -la oposición de los polos opuestos, la lucha de clases- y manteniendo y alimentando la injusticia social. Para acabar con ello, hay que llevar a cabo una critica práctica desde la comprensión teórica. La teoría está destinada, por su propia naturaleza, a consumarse prácticamente.

ALIENACIÓN

     En términos generales, es el estado de quien no es dueño de sí mismo, porque se le arrebata su esencia. Para Marx, es la situación del hombre cuando se le priva del fruto de su trabajo. El hombre se define como homo faber (el que fabrica. el que se relaciona con su medio a través de su trabajo); esta definición es una consecuencia de su materialismo: la realidad es la materia, la naturaleza, a la que el hombre pertenece y con la que se relaciona interactuando con ella, transformándola -esto es lo que significa la relación dialéctica del hombre con la naturaleza-.
Triple origen de la alienación:
Económico: transmisión de propiedad de una persona a otra -del fruto de su trabajo y de sí mismo-.
Jurídico: transferencia que un individuo hace de su libertad a la sociedad.
Teológico: la esencia creadora del hombre se traslada a Dios como creador y constructor del mundo.

     La alienación supone una dualidad de elementos, una relación entre ambos y una trasmisión: hay un elemento que aliena, otro que es alienado y una transmisión de la esencia de uno al otro. 
Dos momentos de la alienación: la del fruto del trabajo y la del hombre mismo
1º): El polo subjetivo se exterioriza y se desposee de algo de sí mismo: el hombre materializa su naturaleza productiva en un producto determinado; así, esa naturaleza productiva se reifica -cosifica, se hace "cosa"- en producto. La enajenación o alienación se produce cuando el fruto de su trabajo pasa a pertenecer a otro.
2º) Al reificarse el objeto, se reifica también el sujeto: el hombre se convierte en una mercancía.
     Este segundo aspecto no es necesario ni acorde con la naturaleza del hombre, es producto del modo de entender y organizar la relación de producción por parte de una sociedad en un momento histórico. Impone una negación de la libertad del hombre, una deshumanización. Esta relación de producción consiste en lo siguiente:
 El producto del trabajo posee un valor de cambio o valor económico (primer momento de la alienación: el valor natural o de uso del producto se aliena por el valor económico o precio en el mercado). Tiene un coste de producción y un precio de venta en el mercado. La diferencia entre el coste de producción y el precio en el mercado es la plusvalía. El interés del capitalista radica en maximizar esa plusvalía; para ello, le interesa minimizar el coste de producción, y en ello interviene el salario del trabajador, que es así tratado como una mercancía a la que interesa pagar lo menos posible (segundo momento de la alienación: el trabajador se deshumaniza).

Ante esta situación, se impone una doble tarea:
– el estudio de esa determinada estructura socio-económica (eliminar las ideologías falsas y desvelar la realidad material o económica);
– la transformación práctica de la sociedad (encontrar los medios para acabar con esa deshumanización).

     Lo que late de fondo en la filosofía de Marx es una exigencia de realización plena de la naturaleza y potencialidades del hombre (en esto coincide con otros autores, como Aristóteles, el Idealismo Ilustrado, Kant..., solo que estos otros parten de otra concepción de la naturaleza humana), que Marx identifica con su trabajo.

Formas de alienación

Económica: es la raíz de todas las demás: la alienación del trabajo promueve otras formas:
Social: la deshumanización del trabajador produce la sociedad de clases.
Política: esto genera a su vez la división entre sociedad civil / estado.
     Estas otras formas de alienación culminan en la alienación religiosa y filosófica:
Filosófica: a) porque la filosofía, hasta ahora, se limita a interpretar la realidad y b) porque la interpreta falsamente, paralizando la capacidad de las clases explotadas para rebelarse.
Religiosa: porque promueve una concepción del hombre contraria a su naturaleza. Esta forma de alienación se relaciona con la organización económico-social y política: ofrece una justificación para esa situación alienada: la liberación no es de este mundo. La religión es una proyección falsa del hombre, cuya raíz no es un sentimiento sino la miseria y desgarramiento de la vida social.
     En este punto se opone al ateísmo de Feuerbach. Este autor reduce la teología a antropología: defiende que la esencia de Dios no es más que la esencia del ser humano, objetivada y separada de los límites del hombre individual. Dios sería, por tanto, una hipóstasis, una proyección de las cualidades y capacidades del ser humano, concebidas de modo infinito. Es como si el hombre viera en un espejo su propia capacidad creadora y pensara que ésta posee realidad fuera de sí mismo, la concibiese de forma infinita y de este modo creara a Dios. En este sentido, la religión sería una primera autoconciencia indirecta del hombre, en que la teología debe ser reducida a antropología.
     Marx critica a Feuerbach, quien se limitaría trasladar el mundo religioso al mundo terrenal, con lo cual no consigue eliminar el “sentimiento religioso”, sino tan solo hacer inmanente la religión. Para Marx, la alienación religiosa es producto de la alienación social y política, que a su vez son producto de la alienación económica. El sentimiento religioso no forma parte del modo de ser del hombre; se limita aprestar una justificación ideológica y una estabilidad a la organización económica, social y política, ya que propone una liberación en otro mundo, frenando la revolución en éste. La transformación de las condiciones socio-económicas de vida habrán de acabar con la religión.