domingo, 5 de diciembre de 2010

Tomás de Aquino, IV: ética y política

ÉTICA Y POLÍTICA DE TOMÁS DE AQUINO


ÉTICA


           Las reflexiones de los griegos sobre la naturaleza humana como fuente de normas de conducta abrían dos formas fundamentales de interpretarla: la mecanicista (qué mueve, de hecho, a obrar a los hombres) y la teleológica o finalista (cuál es el fin al que se encamina la naturaleza humana). La ética de Tomás es del segundo tipo. Busca no simplemente qué mueve al hombre, sino cuál es la perfección y plenitud humanas. Se plantea también qué mueve de hecho a los hombres a obrar, pero para justificar por qué se desvían del verdadero camino hacia la felicidad; y la pregunta por la felicidad se formula en la siguiente cuestión: cuál es el fin a cuyo cumplimiento está orientado el ser humano (línea de Platón y Aristóteles), que deducirá de su naturaleza racional y consistirá por tanto en el conocimiento -esta vez de Dios, la unión con el cual constituye la felicidad humana- y la virtud -obrar según la ley natural o moral, revelada por la razón y fruto del orden divino-.
        Su ética, pues, es teleológica y eudemonista. El primer paso para saber en qué consiste la felicidad humana -o sea, su realización- será estudiar la naturaleza del hombre. Éste se distingue de los demás seres por su racionalidad: puede deducir normas de conducta. Esto demuestra la existencia de una ley natural (la ley moral). El hombre actúa correctamente cuando sigue la ley natural, dictada por su razón.
 Del estudio de la naturaleza humana (inspirado en las funciones del alma de Aristóteles) deduce una serie de normas de conducta. Las funciones del ser humano según su naturaleza implican unas tendencias determinadas, tendencias que implicarán a su vez unas normas de cumplimiento. Serían las siguientes:
      En cuanto animal, tendemos a la procreación. Esta tendencia equivale a la parte sensitiva del alma, e implica el deber del cuidado de los hijos.
    Por último, en cuanto racional, (parte racional, el logos para Aristóteles) el ser humano tiene la capacidad y la obligación de conocer la verdad y vivir en sociedad, para lo cual debe seguir la ley natural o moral.
Dicho esto, hay que explicar cómo concibe Aquino los distintos tipos o niveles de ley.


·         Ley natural o moral: traducción de la ley eterna a la razón humana.

·         Ley positiva: las legislaciones; son una exigencia de la ley moral y deben someterse a ella.


Ley eterna, ley natural, ley positiva
 
        En su concepción de la ley y el orden universal, Tomás deja entrever una mayor influencia estoica, algo, por otro lado, frecuente en el Cristianismo. Distingue así tres niveles de ley:
 
La ley eterna es el orden mediante el cual Dios gobierna el mundo. Consiste en el orden del universo, tanto en sus leyes físicas como en las leyes que rigen la conducta humana; las primeras son deterministas, pero respecto a las segundas el ser humano es libre de obrar acercándose a Dios o al mal.

- La ley natural es el resultado de la participación de las criaturas en la ley eterna, que puede comprender gracias a su razón. Regula el comportamiento humano. El ser humano, en la medida en que es racional es libre; posee una ley moral que capta con su razón.
Propiedades de la ley natural: es evidente, universal e inmutable, y está conectada al orden general del universo, del cual, como hemos visto, participa.Regula de distinto modo el comportamiento humano (que posee libertad -> ley moral) y el del resto de los seres (leyes físicas). El contenido de esta ley natural se deduce del repertorio de las tendencias naturales del hombre, que se cifran en las anteriormente expuestas:
En cuanto sustancia: conservar su propia existencia.
En cuanto animal: la procreación y cuidado de los hijos.
En cuanto racional: vivir en sociedad siguiendo los preceptos de la justicia y conocer la verdad.

La ley positiva es una prolongación de la ley natural, como exigencia de la misma. Responde a la necesidad de concretar normas, es decir, la necesidad de establecer códigos legales que respondan del orden moral y lo garanticen. En este punto entramos ya en la política o descripción del orden social.

POLÍTICA

        La política de Tomás busca una alcanzar una armonía en la convivencia, basada en el orden moral y, por ende, el orden divino. La política se fundamenta en la ley positiva, la cual es una exigencia de la ley natural. Es una prolongación de la misma, que surge como necesidad de concretar las normas; el derecho se halla incarnado en la moral y el punto de incarnación es la idea de justicia. Las exigencias de la ley natural deben siempre ser respetadas por la ley positiva.
        La ley natural, conectada al orden general del universo, es una ley eterna, pero para plasmarse en este mundo temporal necesita de leyes que respondan de ella y la garanticen, y esto es lo que constituye la ley positiva o derecho. El orden social, pues, debe responder al orden moral, que a su vez se subordina al orden divino. El derecho se halla incarnado en la moral y el punto de incarnación es el ideal de justicia. Las exigencias de la ley natural, por tanto, deben siempre ser respetadas por la ley positiva.

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