domingo, 1 de noviembre de 2009

Curiosidades etimológicas de algunos nombres de la Odisea



CURIOSIDADES ETIMOLÓGICAS Y GENEALÓGICAS DE ALGUNOS PERSONAJES DE LA ODISEA


Ulises (Ὀδυσεύς): en el original griego, Odiseo. El nombre de Ulises procede de una variedad dialectal latina. Hijo de Anticlea y Laertes, aunque algunas fuentes lo hacen hijo de Anticlea y Sísifo.
Una tradición cuenta que Anticlea, embarazada de él, se dirigía a un lugar donde parir cuando se vio sorprendida por la lluvia, teniendo que hacer un alto en el camino. De ahí podría venir su nombre, que resultaría una contracción de “Zeus envió lluvia sobre el camino”: κατά τήν ὁδὸν ὁ Zεύς. Otra etimología supuesta alude al hecho de que Sísifo le predijo que sería odiado por mucha gente; su nombre, en efecto, recuerda al verbo “ser odiado” (ὸδύσσoμαι); en cualquier caso, resulta demasiado anecdótico para no ver en ello una etimología derivada. La etimología más probable es la que recuerda su verdadera naturaleza, aquélla por la que será más recordado, y ésta haría referencia al nombre de “camino” en griego, ή ὁδóς. El espíritu áspero de la palabra, que parece desacreditar esta etimología, se explica por la forma del término en épico: oὐδóς, oὔ, donde el espíritu es suave. Podemos sumarle como segunda parte alguna derivación del verbo σῴζω, salvar, preservar del peligro. Entendido en voz pasiva, el nombre completo podría significar “el que es salvado del camino, el que llega felizmente tras el camino”.
Con su propio nombre se desarrolla un juego de palabras en uno de los episodios más conocidos de la Odisea: cuando es interrogado por Polifemo acerca de su nombre, éste le responde que se llama “nadie” (oὐδείς). Por un lado, le dice su nombre a medias, por otro le miente sobre su significado. Es propio de su astucia dialéctica, engañar y mentir sin que lo parezca o pueda ser acusado; en una palabra: manipular. El mismo juego se produce en el canto X, cuando Circe le aconseja ir al Hades a consultar el oráculo de Tiresias, señalándole que “hasta el Hades nunca nadie llegó en una nave”.

Penélope (Πηνελόπη): hija de Icario y nieta de Tindáreo, prima, por tanto de Helena. Su madre fue la náyade Peribea.
La etimología más plausible sería un compuesto de πενίoν, que significa canilla (carrete con el hilo de la trama) y λώπη, vestidura o manto. Haría así alusión a la famosa tela –en realidad, un sudario para su suegro Laertes– que tejía de día y destejía de noche para entretener a sus pretendientes.

Telémaco (Tηλέμαχoς): hijo de Ulises y Penélope. Las únicas similitudes que hemos encontrado nos hacen postular que su nombre podría estar compuesto del prefijo τηλε, que significa lejos, lejano o a distancia, y el sustantivo μάχη, lucha o batalla. Los primeros libros de la Odisea, conocidos como “telemaquia”, narran las peripecias del joven que huye de su casa en busca de noticias de su padre y se enfrenta a los pretendientes de Penélope.

Circe (Κίρκη): maga o hechicera, hija del Sol (Helios) y de la oceánide Perseis según unos, y según otros de Hécate, antigua diosa ctónica de la magia y los hechizos. Tía de otra famosa hechicera, Medea. Habita en la isla de Ea, en Italia; con toda seguridad, la península donde se encuentra el monte hoy llamado Circeo. Pudo tener con Ulises un hijo llamado Telégono, que fundaría la ciudad de Túsculo, en Italia. Según otras tradiciones, con Ulises tuvo a Latino, o bien a Romo, Antias y Ardeas (epónimos de las ciudades de Roma, Antio y Árdeas). Todas éstas son tradiciones latinas.
Aunque ignoramos si tiene relación, su nombre se asemeja mucho a kírkoV, circo o espacio circular –también halcón, aunque este animal es denominado así por su vuelo circular–. La única conexión que podemos imaginar es la relación de los círculos o anillos con la magia.

Calipso (Kαλυψσώ): ninfa hija del Sol y Perseis, o según otra tradición de Atlante y Pléyone. Vivía en la isla de Ogigia (con toda probabilidad, la península de Ceuta). Habría tenido de Ulises un hijo, Nausítoo o Nausínoo, aunque otras tradiciones le atribuyen más.
Su nombre significa “la que oculta”. Deriva del verbo griego kαλίπτω, que significa cubrir o envolver.


Polifemo (Πολύφημος): hijo de Poseidón y la ninfa Toosa, es cegado por Ulises como le habían profetizado, provocando la cólera del dios del mar contra el héroe.La etimología de su nombre nos es desconocida; la única similitud encontrada en con el prefijo πολύ, que significa muchos o múltiples, y πήμη, que se traduce como voz, advertencia, fama, reputación o noticia. A este personaje le fue profetizado que sería cegado por Ulises. Su nombre, no obstante, coincide con el de otro personaje menos conocido, un lapita cuyo padre divino sería también Poseidón.Aunque no pertenece a la primera generación de cíclopes (hijos directos de Urano y Gea), por su naturaleza sigue representando fuerzas primigenias y salvajes, ya que es pastor y devora la carne cruda.Podemos añadir que el nombre de “cíclope” deriva de κικλός, círculo o redondo, y σκοπός, observador o espía (el que ve redondo, alusión a su único ojo).

Antínoo y Eurímaco: principales pretendientes de Penélope.
Antínoo (Aντίνooς) es el jefe de los pretendientes. Se caracteriza por su brutalidad y arrogancia. el nombre derivaría del prefijo αντί, contrario a, que se opone, y νoóς o νoύς, inteligencia, espíritu, mente, pensamiento, prudencia o sagacidad, es decir, las cualidades representadas por Atenea y que caracterizan y definen a Ulises, de quien Telémaco –a quien también quiere matar– las habría heredado.
Eurímaco (Eὐρύμαχoς) es otro de los pretendientes más destacados de Penélope. Siente gran vergüenza al no poder tensar el arco. Una vez muerto Antínoo, intenta en vano reconciliarse con Ulises; entonces éste le acomete con la espada y muere de un flechazo. Su nombre parece proceder del adjetivo Eὐρύσ-,ευ, εια, , que significa ancho o vasto, y μαχη, batalla.


Euriclea (Eὐρύκλεια): es la criada fiel que reconoce a Ulises cuando regresa de incógnito, disfrazado de mendigo. Puede que sea arriesgada la etimología que vamos a proponer, pues no hemos encontrado referencias, pero podría relacionarse con dos verbos: εὐρίσκω, hallar, descubrir, y κλείω, cerrar, bloquear. Al fin y al cabo, su papel más destacado es descubrir la identidad bajo la que se oculta Ulises, tras su apariencia de mendigo.

Anticlea (Aντίκλεια): madre de Ulises y esposa de Laertes. Quizá, al igual que el anterior, este nombre tenga alguna relación con el verbo cerrar o bloquear, y el prefijo anti- puede indicar su oposición o resistencia a soportar ese secreto del destino de su hijo. Pero es también una etimología arriesgada.

Melantea (Mελαντεια): es la criada infiel. Su nombre recuerda demasiado a μελας o μελάντερα, negra o más negra.



Algunos tipos de divinidades
menores

Sirenas (Sειρήνες): genios marinos, mitad mujer, mitad aves. Son hijas de la musa Melpómeney el dios-río Aqueloo. En la Odisea son dos, aunque en tradiciones posteriores aparecen en mayor número. Homero las sitúa cerca del golfo de Nápoles, frente a la isla de Sorrento.

Ninfas (Nύμφαι): son “doncellas” de las campiñas, el bosque y las aguas. Representan espíritus de los campos y la naturaleza en general, personificando su gracia y fecundidad. En época homérica se las considera hijas de Zeus. Se trata de divinidades secundarias que habitan en grutas. Reciben diferentes nombres según el lugar que habitan: oréades: de la montaña; náyades: de los ríos; agrónomos: de los campos; melíades: de los fresnos; nereidas: del mar; alseides; de la floresta; hamadríades: de los árboles, epimélides: de las ovejas, etc. Sus amantes suelen ser los espíritus masculinos de la naturaleza, como el dios Pan, o los sátiros, aunque en ocasiones también se unen a dioses o humanos (como Calipso).

Sátiros (Sάτυροι): son divinidades de los bosques y las montañas; manifiestan un primitivo culto a la naturaleza y en Roma se identifican con los faunos. Suelen representarse como mitad hombres, mitad machos cabríos, con larga cola de caballo. Pertenecen al cortejo de Dionisos. Siempre insatisfechos sexualmente, las ninfas y ménades huyen de ellos
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4 comentarios:

  1. es una obra muy hermosa y mas es bacana dramatizarla ya que podemos aprender de ella .... de como eran en esos tiempo en siglo VIII a.c
    att karolina moreno
    de caucasia / antioquia

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    1. Muy hermosa, en efecto, pero mucho más que eso. En los albores de la literatura lo que sentimos es más que arte: en esas obras de Homero late la vida misma, en un estado tan puro que trasciende a la belleza de su lenguaje. Dramatizarla y actualizarla, sintiendo ese pulso vital que encierra, enseña mucho más que historia o formas de vida de tiempos pasados: nos enseña sobre las entrañas de la vida misma y del corazón humano.
      Un saludo, Karolina.

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